Julio llega de la dehesa, bravo, enfurecido. También equivocado, pero todavía no lo sabe.
Ana entra suave; Miguelito, más decano, no necesita tantear.
Julio desafía y bufa, tardea. Miguelito bambolea. En la embestida, Miguelito barre.
Miguelito cita y Sara, azabache, entra boyante.
Miguelito da la alternativa a Vito.
Entra Prado, maulón. Matizando, como una salsa de la nouvelle cuisine.
Prado se muestra incierto y da con la testa en la arena.
Pedro, el Niño de la Puta Banda, no ha intervenido hasta ahora. Sin muleta, salta al ruedo. Se ajusta la chaquetilla con paso firme. Alza su brazo derecho. Muestra una imagen, de las que valen más que mil palabras.
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